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El vidrio curvado es un elemento de diseño cada vez más apreciado por su versatilidad, elegancia y capacidad de transformar espacios. Ya sea diseñando una fachada moderna, un mueble o una estructura arquitectónica impactante, elegir el vidrio curvo adecuado es esencial para lograr el resultado deseado. Esta guía práctica te ayudará a comprender los factores a tener en cuenta para tomar la mejor decisión.

  1. Define tu proyecto

Antes de elegir el tipo de vidrio curvo pregúntate qué función tendrá que cumplir. ¿Quieres maximizar la luz natural? ¿Mejorar el aislamiento térmico o acústico? ¿Crear un diseño único y escenográfico? Tener un objetivo claro te permitirá orientarte hacia las especificaciones técnicas más adecuadas.

  1. Elige el tipo de cristal más adecuado

Existen diferentes tipos de vidrio curvado, cada uno con unas características específicas:

Vidrio templado curvo: garantiza una mejor resistencia a los golpes y temperaturas, ideal para ambientes que requieren una seguridad óptima, como espacios públicos o escaparates.

Vidrio laminado curvo: alta protección gracias a la capa intermedia de EVA que lo hace resistente a los golpes y a las inclemencias del tiempo.

Vidrio curvo de baja emisividad: ideal para quienes buscan una excelente eficiencia energética y una reducida pérdida de calor.

Vidrio curvo extraclaro: ideal para quienes buscan la máxima transparencia y pureza visual.

  1. Considere las dimensiones y la curvatura.

El radio de curvatura del vidrio es un punto imprescindible a tener en cuenta. Un radio más estrecho crea un efecto más dramático, mientras que una curvatura más amplia proporciona una mejor continuidad visual. Compruebe que las dimensiones disponibles sean compatibles con su proyecto.

  1. Piensa en la seguridad

Dependiendo de la aplicación, es posible que necesite vidrio con certificaciones de seguridad específicas. Por ejemplo, para fachadas y barandillas es preferible utilizar vidrio laminado o templado, mientras que para estructuras expuestas a los agentes atmosféricos se recomienda un tratamiento que aumente su resistencia.

  1. Evaluar el tratamiento superficial

El vidrio curvo se puede tratar de diferentes formas para mejorar sus prestaciones:

Antirreflectante, para reducir los molestos reflejos.

Autolimpiante, ideal para superficies expuestas a los agentes atmosféricos.

Satinado o esmerilado, para preservar la privacidad sin comprometer la luminosidad.

  1. Confía en un fabricante especializado

Elegir una empresa con experiencia en el procesamiento de vidrio curvado es fundamental para obtener un producto de alta calidad. Un socio experto como VEUR le guiará en la elección de las soluciones que mejor se adapten a sus necesidades, garantizando precisión, seguridad y diseño.

Elegir el vidrio curvo adecuado para su proyecto requiere una evaluación cuidadosa de factores estéticos, técnicos y funcionales. Defina sus necesidades, seleccione el tipo de vidrio más adecuado, considere la seguridad y los tratamientos superficiales y confíe en un fabricante confiable. Sólo así se puede obtener un resultado combinando estética y rendimiento óptimo.

¿Necesita ayuda para elegir el vidrio curvo ideal para su proyecto? Contáctenos: ¡nuestro equipo de expertos está aquí para ayudarlo!